Los dos candidatos presidenciales, a días de fechas cruciales como las que hay por delante, continúan con sus actividades de campaña y profundizan las visitas a distritos claves para seguir capturando votos dentro de 9 días. Si bien Daniel Scioli ganó la primera vuelta por 2,9 puntos, la sensación de triunfalismo quedó en manos de Mauricio Macri, que logró el triunfo de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires y superó el caudal obtenido personalmente durante la primaria de agosto, rompiendo con todos los pronósticos.
Es así como, en las últimas horas, Scioli hizo pie en San Martín con el fin de reforzar su pisada en el Gran Buenos Aires y Macri desplegó una intensa agenda en Córdoba Capital, donde ganó por cifras asombrosas.
El caso del Gobernador bonaerense en el Conurbano no es casualidad ni nada parecido, sino que responde a la estrategia de hacerse fuerte en una región que es históricamente favorable pero que está en riesgo, no sólo por los resultados del 25 de octubre sino por un líder del PRO que, ciertamente, llega en la cresta de ola con mucho para crecer.
"Somos el futuro, contra un pasado que no se resigna y quiere volver con esas políticas que destruyeron el país", aseguró en un encuentro con trabajadores y jubilados de la comuna.
"Nuestros queridos jubilados, que necesitamos más que nunca su opinión, que es la que más vale porque es la voz de la experiencia del amor, de la autoridad moral de la familia, y es muy importante en este momento para que no volvamos a caer en los viejos errores del pasado", agregó en el centro de expositores de Migueletes, donde estaba acompañado por el director ejecutivo de la ANSeS, Diego Bossio, uno de sus futuros ministros en caso de ganar.
"Defendamos lo público por sobre la concentración del poder económico que quiere volver para que el Estado se retire, se resigne y quede desamparado. Yo los quiero proteger, quiero proteger el esfuerzo de todos estos años", recalcó el Mandatario de la provincia, mientras era escoltado además por el Intendente de la comuna, Gabriel Katopodis.
En cambio, el postulante de Cambiemos mostró un costado más abstracto, centrado en las formas, en su paso por la capital de la provincia mediterránea y la localidad de Río Cuarto. Donde anticipó que su gestión de Gobierno no estará basada en "ninguna revancha" ni "enemigos o peleas sin sentido", tomando distancia del kirchnerismo más duro.
"No voy a ir por ninguna revancha. Voy a tener la grandeza de aprender de nuestros errores; estoy convencido de que no podemos perder más energía en dividirnos y confrontar inútilmente", sintetizó y comentó que espera "tranquilo" el debate previsto para el próximo domingo, el primero en la historia de esta envergadura y a pocos días para el balotaje en sí, que tendrá lugar el 22 de noviembre.
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